Miscelánea Alfonso IX, 2014: Fuentes, archivos y bibliotecas para una historia de las universidades hispánicas

El Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de la Universidad de Salamanca «Historia Cultural y Universidades Alfonso IX»

(CUNALIX) se constituyó en marzo de 2005, con una denominación algo más restringida que la actual, para impulsar y desarrollar desde Salamanca líneas de investigación relacionadas con la historia de las universidades y sus contextos culturales, teniendo en cuenta los enfoques comparativos e interdisciplinares. Dicho Grupo de Investigación, que dirige desde su creación el Dr. Luis E. Rodríguez-San Pedro Bezares, colaboró estrechamente con el Centro de Historia Universitaria Alfonso IX (CEHU), Centro Propio de la Universidad de Salamanca, que desarrolló su actividad durante dieciséis años (1997-2013), hasta integrarse en el Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas (IEMYR) de la misma Universidad. Dada esa estrecha colaboración y la vinculación de sus integrantes con el desaparecido Centro Alfonso IX, el Grupo de Investigación se considera heredero de la trayectoria del mencionado Centro, y ha procurado continuar, en la medida de sus posibilidades, con la labor desarrollada por aquel desde el nuevo marco institucional.

En este sentido, una de las actividades llevadas a cabo por el Centro Alfonso IX, y que hemos continuado, ha sido la organización periódica de coloquios, ciclos de conferencias y seminarios de investigación sobre historia de las universidades, los denominados «Coloquios Alfonso IX». Estos encuentros, tal y como fueron concebidos, se dirigían a investigadores, profesores, estudiantes y público en general, y se pretendía con ellos presentar investigaciones en curso, síntesis comparadas y propuestas relacionadas con la historia universitaria. Así, desde el año 1999 se han venido celebrando sucesivos Coloquios, llegando al número de veinte en 2014; los últimos realizados y de los que este libro constituye las actas. Durante esta trayectoria, hemos contado con la presencia de ochenta especialistas destacados que nos han ido presentando sus trabajos, iniciativas y sugerencias sobre historia de las universidades. Se ha procurado que los temas tratados tuvieran en cuenta tanto los planteamientos generales y comparativos, comprendiendo lo español, europeo y americano, como los más particulares referidos a distintas universidades e instituciones vinculadas; que se presentaran los estados de la cuestión y las metodologías empleadas, pero que también se prestara atención al desarrollo de temas monográficos, y que se cubrieran distintas periodizaciones, desde la Edad Media a la Edad Contemporánea, con especial atención a la Edad Moderna ampliamente considerada.

Así, en octubre de 2014 tuvieron lugar los XX Coloquios Alfonso IX, dedicados en esta ocasión a «Fuentes, archivos y bibliotecas para una historia de las Universidades Hispánicas». Era un número redondo pero también un momento oportuno, ya que parecía que se ponía fin a un ciclo o se daba inicio a otro, según se piense, y por ello pareció conveniente dedicar estos Coloquios a las fuentes documentales para una investigación en nuestro ámbito de especialización. Y ello no tanto porque dichas fuentes constituyan el soporte a los estudios realizados, sino porque también lo serán de los que quedan por realizar. Por tanto, es importante conocer las distintas posibilidades que brindan los fondos custodiados en distintos archivos y bibliotecas de referencia, para poder abrir nuevas líneas de investigación en historia de las universidades que completen o desarrollen las ya existentes. Como también lo es conocer la historia de los propios archivos y bibliotecas que guardan los documentos, ya que ayudará a explicar la realidad de los libros y documentos que contienen. E interesa, desde el punto de vista metodológico, familiarizarnos con las aportaciones instrumentales de las disciplinas documentales a la historia universitaria, en cuanto facilitan el acceso a las fuentes de información, permiten recuperar dicha información y facilitan la difusión o visibilidad de la producción científica que parta de las mismas fuentes documentales. Porque tan importante es producir conocimiento como darlo a conocer. Y todo ello en el marco cronológico de la Edad Moderna, en el que la historia cultural y universitaria se proyectaba ya de forma interterritorial, lo que hacía posible la realización de estudios globales y comparativos.

Partiendo de estas premisas, se publican en la primera sección del libro las actas de los XX Coloquios organizados por el GIR Alfonso IX sobre la temática indicada en los que, como queda dicho, se otorga protagonismo a las fuentes documentales, que se estudian y tratan desde distintas perspectivas. Los Coloquios se celebraron los días 16 y 17 de octubre de 2014 en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca, y contaron con el patrocinio del Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas de dicha Universidad y de la Fundación Ana Díaz Medina. En ellos participaron como ponentes quince especialistas de las universidades de Salamanca, Pontificia de Salamanca, Valladolid, Alcalá, Extremadura, Valencia, Politécnica de Valencia, Coímbra, Génova y Nacional Autónoma de México.

La mayor parte de los trabajos que ahora se publican tratan sobre fondos documentales de archivos y bibliotecas, universitarios o de otras instituciones, que aportan información importante para la historia universitaria, y en concreto, y como ejemplo, para la historia de determinadas universidades significativas. De esta forma, Covadonga Matos Eguiluz (directora de la Biblioteca Histórica de Santa Cruz de Valladolid) estudia, a través de inventarios vallisoletanos del siglo xviii, las librerías de determinadas bibliotecas importantes de la ciudad, como son la del Monasterio de San Benito el Real, las de los colegios de la Compañía de Jesús, la del Colegio Mayor de Santa Cruz y la de la propia Universidad de Valladolid. Por su parte, Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla (Universidad de Alcalá) describe cómo se crea y evoluciona el archivo universitario de Alcalá hasta la ubicación definitiva de sus fondos en el Archivo Histórico Nacional (Sección Universidades), y analiza las posibilidades de estos fondos documentales, los más importantes, aunque no los únicos. El autor presenta también dos anexos con referencias documentales para el estudio de los colegios de la Universidad alcalaína y sobre las reformas reales de la institución universitaria.

En el ámbito internacional, Fernando Taveira da Fonseca (Universidad de Coímbra) informa de fuentes documentales relevantes para la historia de las universidades portuguesas en la Edad Moderna, Coímbra y Évora, con desigual significación cada una, lo que tendrá su reflejo en las fuentes conservadas. El autor valora una documentación que se localiza, principalmente, en el Archivo de la Universidad de Coímbra y en el «Instituto dos Arquivos Nacionais/Torre do Tombo», en Lisboa. Por su parte, Armando Pavón (Universidad Nacional Autónoma de México) describe los fondos documentales que conforman el Ramo Universidad del Archivo General de la Nación de México, que son los más importantes para conocer la historia de la Universidad de México durante el Antiguo Régimen. Armando Pavón parte de los instrumentos de consulta con que cuenta el Ramo Universidad y de la revisión física de los volúmenes, para presentarnos el potencial de este conjunto documental, añadiendo información bibliográfica de contexto. Finalmente, Clara Inés Ramírez (Universidad Nacional Autónoma de México) complementa el trabajo anterior y, sobre la base también de su experiencia investigadora, se refiere a otras fuentes del Archivo General de la Nación (Ramos de la Inquisición, Indiferente General, Bienes Nacionales...) y a otros repositorios documentales.

Salamanca mantiene una presencia importante en el tratamiento de la temática de los Coloquios. La gestación del Archivo Universitario Salmantino y su papel en la vida universitaria (por ejemplo, en la administración universitaria) son explicados por Miguel Ángel Jaramillo Guerreira (director del Servicio de Archivos de la Universidad de Salamanca), en cuya exposición los documentos tienen interés en sí mismos como objeto de la investigación. Mientras que las etapas de formación de las colecciones de la Biblioteca General Histórica y su tipología son tratadas por la directora de dicha biblioteca, Margarita Becedas González, quien destaca las categorías más relacionadas con la historia universitaria y da detalles prácticos sobre el modo de acceso a los fondos bibliográficos. Finalmente, Miguel Anxo Pena González y Ana Isabel Huete Caballo nos informan del origen y evolución de la Biblioteca y Archivo Históricos de la Universidad Pontificia de Salamanca, a la que pertenecen y de los que es director el primero; a su vez, describen sus fondos y secciones (que reúnen, entre otros materiales, documentación procedente de órdenes religiosas y colegios menores salmantinos), y añaden un apéndice con el cuadro de clasificación de los fondos del Archivo.

Como hemos indicado, las fuentes documentales pueden ser un objeto de investigación en sí mismas o un medio o punto de partida para realizar otras investigaciones. Buen ejemplo de ello son los tres trabajos que siguen, referidos a Salamanca y su ámbito de relaciones. Francisco Javier Alejo Montes (Universidad de Extremadura) presenta diversos recursos para el estudio de la pedagogía universitaria salmantina en la Edad Moderna, dedicando su atención a la documentación custodiada en el Archivo y Biblioteca históricos de la misma Universidad. El autor entiende la pedagogía desde una consideración amplia, que tiene su reflejo en las fuentes a utilizar y que nos presenta en anexos. Simona Langella (Universidad de Génova) reflexiona sobre las aportaciones filológicas al estudio de la Escuela de Salamanca y nos presenta una panorámica de manuscritos que contienen apuntes o «reportationes» de alumnos de Teología de la Escuela, que se conservan en distintos archivos y bibliotecas europeos. Por último, Ángel Weruaga Prieto (GIR Alfonso IX) revisa el tema del libro universitario salmantino en el período moderno, tomando como base al lector: qué leían los universitarios, para qué leían, cuántos libros leían, cómo los conseguían... En su trabajo, se estudian las principales fuentes de estudio para esta temática y se señala lo que queda por investigar.

Se cierra la parte dedicada a los XX Coloquios Alfonso IX con el tratamiento de las relaciones posibles y deseables entre las técnicas y aplicaciones documentales y la investigación histórica. Agustín Vivas Moreno (Universidad de Extremadura), tras analizar el objeto y funciones de la Documentación como disciplina, presenta diversas acciones y procedimientos documentales que considera relevantes para el trabajo de investigación. A este respecto, anexa la estructura jerárquica de un tesauro de historia de la Universidad de Salamanca. Por su parte, María Fernanda Peset Mancebo (Universidad Politécnica de Valencia) y Yolanda Blasco Gil (Universidad de Valencia) tratan la problemática de la visibilidad de la investigación en historia de las universidades. Las autoras se refieren a los «colegios invisibles» o comunidades de investigadores formados en nuestro ámbito de estudio y su producción científica, para, a continuación, ofrecer una serie de recomendaciones técnicas para aumentar la visibilidad de los trabajos científicos.

Como en números anteriores de esta publicación, sigue a las actas de los Coloquios una sección miscelánea sobre Líneas de Investigación. Esta vez se recogen dos estados de la cuestión de dos jóvenes investigadores de la Universidad de Salamanca que preparan sus tesis doctorales. Gustavo Hernández Sánchez realiza una serie de consideraciones teóricas e historiográficas sobre varias líneas de investigación importantes en su trabajo doctoral sobre «Poder y fuero académico en las Universidades Hispánicas: la Salamanca del Barroco», a saber, la historia social y cultural del conocimiento, el poder y la cultura, y la vida cotidiana universitaria. Por su parte, Francisco Javier Rubio Muñoz centra su interés en los trabajos de investigación que han venido realizándose sobre estudiantes y matrículas, prosopografía universitaria y bases de datos académicas, todo ello en el marco de la elaboración de su tesis doctoral sobre «El profesorado de las Universidades Hispánicas en el Siglo de Oro. Salamanca y sus proyecciones».

El libro concluye con un apartado dedicado al Grupo de Investigación Reconocido Alfonso IX, que edita este número de la Miscelánea Alfonso IX, con información sobre su creación y actividades desarrolladas, y con una relación final de las publicaciones vinculadas a dicho GIR a lo largo de su trayectoria.

Por último, queremos dejar constancia que este libro ha sido financiado, en parte, por la Fundación Ana Díaz, constituida en 2013 para honrar la memoria de la profesora del mismo nombre, que desarrolló su trayectoria profesional en la Universidad de Salamanca y que colaboró con el extinto Centro Alfonso IX. Y queremos, finalmente, señalar que la publicación es resultado del desarrollo del Proyecto de Investigación titulado: «Las Universidades Hispánicas (siglos xv-xix): España, Portugal, Italia y México. Historia, saberes e imagen» (referencia HAR2012-30663), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España, y que guarda estrecha relación con el GIR Alfonso IX. Salamanca, abril de 2015.