Construcciones participiales absolutas en Gregorio de Tours
Eusebia Tarriño Ruiz
Materias IBIC - BISAC
- DS - LITERATURA: HISTORIA Y CRÍTICA
- DSBB - Estudios literarios: clásicos, primitivos y medievales
- 2ADL - Latín
Resumen
En este trabajo hemos analizado el uso que Gregorio de Tours hace de las construcciones participiales absolutas. El corpus analizado procede de la Historia Francorum y de los Libri Miraculorum, es decir, historiografía y hagiografía, respectivamente; en ambos casos, narrativa. Un recurso habitual en los textos narrativos son las construcciones participiales, tanto concertadas como absolutas. Entendemos por construcción participial una estructura cuyo núcleo predicativo es un participio: se trata de una predicación incrustada que presenta un estado de hechos diferente al expresado en la predicación matriz o principal. El sujeto del participio puede coincidir con un elemento de la oración principal, y entonces el participio ha de concertar con él; o bien puede no reaparecer, y entonces es un participio absoluto, construcción que en época clásica adopta únicamente la forma de ablativo, porque éste es el caso generalmente empleado para expresar determinaciones adverbiales y periféricas.
La novedad en Gregorio de Tours es que junto al ablativo absoluto (AA) aparecen dos construcciones desconocidas de la prosa clásica: el acusativo absoluto (AcA) y el nominativo absoluto (NA). Además existe un pequeño grupo de construcciones que hemos llamado "mixtas", pues en ellas se produce mezcla de casos entre el nominativo, el acusativo y el ablativo.
Suele decirse que, como consecuencia de la ruina de la declinación, en época tardía el AA empezó a sufrir la competencia de estructuras en otros casos, como el acusativo y el nominativo, las cuales acabaron por desplazar al AA. El objetivo que perseguíamos en este trabajo era averiguar si todas estas construcciones que encontramos en Gregorio de Tours son variantes intercambiables que el autor utiliza indiscriminadamente, o si por el contrario existen preferencias, por ejemplo en cuanto a los elementos que las componen, el contenido, etc. Para encontrarlas era necesario analizar no sólo las estructuras nuevas sino también el AA, y establecer comparaciones entre todas ellas.
Punto de partida de este análisis fue el concepto de transitividad acuñado por P. J. Hopper y S. A. Thompson. Según estos autores la transitividad es una propiedad gradual y multifactorial de las predicaciones. Los componentes de la transitividad nos sirvieron como puntos de confrontación para poner de relieve las diferencias entre los diversos tipos de construcciones absolutas. Los resultados del análisis fueron, en resumen, los siguientes.
En primer lugar, hay que señalar la diferente frecuencia de aparición de las construcciones: la más usada es el AA, que representa el 80% del total, seguida muy de lejos por el AcA aproximadamente el 13% de los ejemplos- y el NA, que no llega al 5% del total de ejemplos. Las construcciones mixtas, sólo representan algo más del 1%. Su escasez y sus características sugieren que no es una estructura independiente sino el resultado de la interferencia entre las anteriores.
Otro punto en que difieren las construcciones absolutas es en el tipo de participio que tienen como núcleo. En el AA abundan tanto los participios de presente como los de perfecto, con un notable avance del participio de presente respecto a su empleo en época clásica. En las estructuras nuevas hay una cierta especialización: casi la totalidad de los AcA tiene un participio de perfecto, y en cambio en el NA predomina el participio de presente. Este carácter activo o pasivo determina en parte las prestaciones de cada estructura.
Por lo que respecta al sujeto, en las construcciones activas está mejor individuado y tiene un grado de agentividad y topicalidad mayor que el sujeto de las construcciones pasivas, que por lo general presenta características más propias de los objetos. No obstante, en líneas generales se detecta una mayor proporción de elementos accesorios o escenográficos en el AA, y en cambio un nivel más alto de individuación y topicalidad en los sujetos del AcA y el NA.
A propósito también del sujeto, una característica muy interesante de las construcciones absolutas de Gregorio de Tours, tanto del AA como de las nuevas construcciones, son los fenómenos de correferencia, es decir, la repetición del sujeto del participio en la oración principal mediante un
anafórico; e incluso, la coincidencia entre el sujeto participial y el principal. En época clásica, el AA y el participio concertado se encontraban en distribución complementaria, precisamente tomando como criterio de elección de una u otra estructura la existencia en la principal de un elemento común que pudiera servir de gozne de integración del participio. El hecho de que Gregorio de Tours elija la construcción absoluta sin tener en cuenta los requisitos contextuales que regían en época clásica revela que el autor opta de entrada por una estructura más autónoma y oracional, en lugar de buscar la coherencia de la predicación en su conjunto.
En cuanto al tipo de estado de hechos expresado, en todas las estructuras predominan las acciones, pero el porcentaje de estados y procesos es más alto en el AA que en las construcciones nuevas. Esto significa que el AA se utiliza para narrar acciones pero también para proporcionar las circunstancias que rodean la acción principal, en consonancia con lo cual está la mayor frecuencia de elementos accesorios detectada en el sujeto: ambas características determinan un nivel de transitividad algo más bajo en el AA.
La complejidad sintáctica es mayor en el AcA y el NA que en el AA: en esta estructura encontramos en la mayor parte de los casos el esquema básico, es decir, el sujeto y el predicado sin ningún tipo de ampliación. De ahí que muchos ablativos absolutos tengan el aspecto de clichés (tipo Deo iubente), que en efecto aparecen reiteradamente en la narración de Gregorio de Tours. Esto hace que el índice de variación léxica del AA sea menor que en el caso de las construcciones nuevas, donde no se dan tantas repeticiones, algo lógico puesto que son estructuras "jóvenes", que carecen de la tradición de uso del AA.
No obstante, tanto en el AcA como en el NA se notan ciertas preferencias semánticas: el AcA expresa por lo general acciones que afectan considerablemente al objeto (p. ej. desplazamientos o acciones más o menos violentas que tienen repercusiones físicas); en el NA predominan los llamados verba dicendi o "verbos de lengua" y los de movimiento. Dichas preferencias arrojan algo de luz sobre cuál pudo ser el origen de estas construcciones nuevas: tanto el AcA como el NA parecen evoluciones de las correspondientes estructuras concertadas, que son, respectivamente, el acusativo concertado con el objeto directo y el participio concertado con el sujeto en nominativo. Las similitudes entre unas y otras son evidentes, tanto en lo que se refiere al tipo de participio predominante, como a las preferencias semánticas.
En conclusión, un acercamiento a los diversos tipos de estructuras participiales revela que las nuevas construcciones tienen características precisas que las individualizan frente al AA. Si bien éste pudo ser un modelo que influyó en su aparición, no puede decirse que sean derivaciones directas de esta estructura, y en ningún caso meras confusiones o degeneraciones de la estructura clásica. Se trata más bien de creaciones que han tomado como punto de partida las construcciones participiales concertadas y el esquema sintáctico y pragmático del AA.