Memoria y experiencia de la educación bajo el franquismo

Entre la memoria y la historia circula este ensayo que versa sobre las diversas maneras, modos y proyectos educativos que el autor conoció y vivió, en su etapa de alumno, entre 1957 y 1972, durante el franquismo. La fuente esencial de información y la arquitectura del conjunto proceden de la memoria, pero escuchar a Mnemósine con las precisiones de Clío permite ahondar y enriquecer el conocimiento y las ideas que tenemos sobre la educación en esa etapa histórica. Pues muchos responsables de las instituciones educativas protagonistas de la época se han esmerado durante años en difuminar, minimizar y borrar de la memoria los objetivos, los proyectos y las prácticas con que en sus colegios y escuelas se conformó a la infancia, ignorando olímpicamente no solo las ciencias de la educación, sino también y muy singularmente las necesidades, el respeto y los derechos más elementales de los niños y niñas que estaban bajo su responsabilidad. De modo que, si como dice Le Goff, apoderarse de la memoria y del olvido es una de las máximas preocupaciones de las clases, de los grupos, de los individuos que han dominado y dominan las sociedades históricas, para Roger Chartier la memoria debe convertirse en una insurgencia contra la falsificación o la negación de lo que fue.

El análisis, la explicación y las interpretaciones de los hechos y situaciones que la memoria suministra, anclados, precisados en sus contornos y contextualizados por la historiografía, la sociología o la psicología social, confieren a estas páginas las características propias de un ensayo, teniendo en cuenta que el concepto de educación que aquí manejo va mucho más allá de la institución escolar, de la actividad reglada, para extenderse también sobre otros dos cimientos esenciales en la formación, en la educación de las personas, a saber, la familia y la calle.

Este esfuerzo personal por recordar y entender quiere modestamente contribuir tanto a la Historia de la Educación como fuente primaria centrada en los años sesenta del pasado siglo, como a la elaboración de la memoria democrática frente a la desmemoria oficial a la que se ve sometida la sociedad española, frente a la interesada amnesia, a menudo francamente desvergonzada, tras la que pretendieron y pretenden parapetarse quienes un día decidieron acabar en España con las libertades y derechos fundamentales, sus directos beneficiarios y sus nostálgicos herederos culturales.